La llegada de un nuevo cachorro a casa trae muchas preguntas y retos para sus dueños. ¿Se acostumbrará el cachorro a su nuevo hogar? ¿Podrá aprender a estar solo? ¿Cómo debería socializarse?
Por suerte, acostumbrar a tu cachorro a su nuevo hogar es relativamente sencillo, siempre que descanse lo suficiente y reciba la estimulación adecuada sin llegar a ponerse ansioso ni a sentirse abrumado. También puedes dar algunos pasos adicionales para asegurarte de que tu cachorro tolere estar solo y sea capaz de tener interacciones positivas tanto con personas desconocidas como con otros perros. Dedicar tiempo a educar a tu cachorro ahora es una inversión en el futuro de ambos.

Se habla mucho de la socialización del cachorro. Sin embargo, una contraparte igualmente importante del entrenamiento de socialización es la práctica, a menudo pasada por alto, del entrenamiento para la separación. Ambos son aspectos esenciales en el desarrollo de un cachorro hacia la edad adulta.
El entrenamiento para la separación está vinculado a la sociabilidad del cachorro. Aunque por naturaleza los cachorros tienen un fuerte impulso de estar con otras personas y animales, este impulso puede disminuir si en el criadero no estuvieron expuestos a muchas personas o animales nuevos, o si tienen un temperamento especialmente temeroso. Si un cachorro es intrínsecamente sociable, como la mayoría de los perros, gestionar mal los primeros pasos de la separación puede asustarlo y provocar dificultades para estar solo ya desde pequeño.
Al socializar a un perro, la salud del cachorro es lo primero. Vacunarlo es imprescindible para una socialización segura. Debido al riesgo de enfermedades infecciosas, muchas personas prefieren la vacunación temprana, que se administra a partir de las 7 a 9 semanas de edad en lugar de las 12 semanas habituales.
Al vacunar a tu cachorro de forma temprana, le das la oportunidad de conocer a otros perros a una edad algo más temprana que con el calendario de vacunación habitual. Esta es la opción ideal, ya que la primera etapa de socialización del cachorro, que puede verse significativamente influida por su dueño, ocurre entre las 8 y 12 semanas de vida del cachorro. Además de esta etapa de socialización, las decisiones tomadas por el criador del cachorro desempeñan un papel importante en lo que el cachorro considera peligroso y lo que considera inofensivo.
Si finalmente optas por el calendario de vacunación normal para tu cachorro en lugar del temprano, tu cachorro no vacunado puede interactuar con perros adultos sanos y conocidos. Aunque un cachorro no vacunado aún no pueda tener contacto cercano con perros desconocidos, puede observarlos desde lejos, desde la seguridad de tu regazo o detrás de una valla.
En cuanto a la socialización, es importante saber que, aunque un cachorro a veces aprende jugando con otros cachorros, los perros adultos de confianza son también maestros importantes de habilidades sociales. El perro adulto que uses para socializar al cachorro debe ser amistoso, pero también capaz de mostrarle qué tipo de comportamiento puede incomodar a otros perros. No obstante, nunca se debe permitir que el perro adulto recurra a la violencia. Los gestos de un perro adulto sociable suelen ser muy sutiles cuando quiere marcar distancia con el cachorro. Puede comunicárselo, por ejemplo, girándose de lado, alejándose o, como último recurso, con un gruñido leve.
Cuanto más sociable se vuelve un cachorro gracias a estas experiencias positivas, más importante es que entienda cómo calmarse cuando está solo. Los cachorros no saben estar solos de forma innata, y solo unos pocos toleran la prueba inicial en la que se les deja inesperadamente solos durante la ausencia de su dueño. Por eso conviene invertir tanto en el entrenamiento para estar solo como en el de socialización.
Consejos generales para la socialización del cachorro y el entrenamiento para estar solo
Nota: ¡Más abajo encontrarás consejos paso a paso para el entrenamiento de separación!
- Deja que tu cachorro se acostumbre en paz a su nueva familia y a su entorno inmediato durante un par de semanas antes de llevarlo a nuevos lugares. Además, asegúrate de sacarlo para que haga sus necesidades después de comer, dormir o jugar.
- Tras la fase inicial, empieza a llevar a tu cachorro contigo a todos los lugares donde esté permitido y sea seguro. Presta siempre atención a cómo afronta las situaciones el cachorro y ofrécele muchas oportunidades de descanso, así como varios días tranquilos a la semana.
- Recuerda que tu cachorro aún es muy pequeño a esta edad y necesita mucho descanso. Es importante dejar que descanse todo lo que quiera, idealmente en un lugar accesible con una cama cómoda. Puedes asegurarte de que duerma lo necesario pidiendo a las demás personas del hogar que no molesten a tu cachorro mientras duerme.
- Para la socialización, elige lugares donde el cachorro pueda explorar a su propio ritmo, sin sentirse presionado. El ejercicio del cachorro debe centrarse en el adiestramiento y el juego al aire libre. El ejercicio excesivo o forzado puede tener efectos negativos duraderos en su salud, incluidos problemas óseos y articulares.
- Aunque tu cachorro necesita mucha atención, es importante que esta no sea exclusiva ni esté disponible constantemente cada vez que acuda a ti. La falta ocasional de atención le enseña desde temprana edad que a veces no obtendrá la atención que busca. Sin embargo, considera siempre que si tu cachorro busca el contacto es una señal de que necesita interacción social. Si hay otro perro en la familia, usa un parque para cachorros o una barrera de seguridad para mantener a los perros separados durante periodos cortos. Esto ayudará a tu cachorro a aprender a ser independiente de otros perros.
- Con un cachorro muy pequeño, no es buena idea empezar con ejercicios de separación que incluyan premios o mucha actividad. Demasiada atención o recompensas durante el entrenamiento pueden provocar que el cachorro lo pase aún peor cuando no estés, ya que pasará a asociar tu ausencia con premios y atención extra en lugar de con la realidad de estar solo. La familiarización —presentar la separación de forma gradual y de una forma neutra para el perro— suele ser suficiente. Con un cachorro muy pequeño, el entrenamiento aún no se centra en enseñar la soledad propiamente dicha, sino en la separación, en la que el cachorro aprende a estar tranquilo un poco más lejos de su familia humana.
- Deja que tu perro aprenda a socializar con otros perros con la ayuda de un perro adulto conocido, sano y que se comporte bien con el cachorro. Organiza también sesiones de juego con otros cachorros conocidos. A esta edad, los cachorros a menudo solo han tenido experiencias con su propia raza, así que asegúrate de que el cachorro también vea perros de distintas razas. Mantén la distancia respecto a perros que no conozcas o de cuya salud y amabilidad no estés seguro. También puedes hacer que tu cachorro observe a otros perros desde lejos. El parque para perros no es un lugar adecuado para un cachorro pequeño debido al riesgo de enfermedades y a la presencia de perros potencialmente impredecibles. Si aun así lo llevas, asegúrate de que no sea intimidado ni avasallado en los juegos por otros cachorros. Lo ideal es que las sesiones de juego sean solo entre dos cachorros cada vez.
- Protege a tu cachorro del miedo, tanto a quedarse solo demasiado pronto como durante el propio proceso de socialización. Deja que investigue las cosas nuevas de la vida a su ritmo y permítele alejarse de ellas si así lo desea. Si a un cachorro se le expone a la fuerza a situaciones que le asustan, es probable que se vuelva mucho más miedoso de adulto. En situaciones en las que tu cachorro se asuste accidentalmente, procura comportarte con calma: hablarle con un tono preocupado puede ponerlo aún más nervioso.

Consejos paso a paso para el entrenamiento de separación del cachorro
Ten en cuenta que estos consejos están pensados solo para cachorros que todavía no sufren ansiedad por separación.
1. Tolerar la separación detrás de una valla para cachorros
Consigue para tu cachorro una valla o un parque para cachorros que puedas colocar en un lugar central, como el salón. Deja a tu cachorro en el parque durante periodos cortos para comer, dormir y morder sus juguetes varias veces al día. También puedes cubrir el suelo del parque con empapadores para facilitar los buenos hábitos y comenzar su educación higiénica. Además, al usar la valla o el parque, es menos probable que tu cachorro muerda objetos no deseados en casa, ya que su acceso a las cosas estará limitado cuando no lo supervises.
Empieza manteniendo a tu cachorro en el parque por periodos muy cortos y abre la puerta poco después de que se calme. El cachorro puede salir del espacio si quiere, pero también puede quedarse a descansar. Procura que salir del parque no sea en sí mismo demasiado gratificante, para que el cachorro no esté siempre deseando salir. Ten en cuenta que, en este punto del entrenamiento, debes sentarte cerca del cachorro y permanecer siempre a la vista.
El objetivo de este ejercicio es que tu cachorro se mantenga tranquilo durante estas pequeñas experiencias de separación. Si has valorado mal el nivel de dificultad, el cachorro no está cómodo en el parque y parece improbable que se calme, déjalo salir. Nunca dejes que entre en pánico dentro del parque; en su lugar, suéltalo y vuelve a intentarlo más tarde con un ejercicio más fácil. Deja que el cachorro se recupere antes de continuar con el entrenamiento.
2. Aumentar la distancia respecto a su dueño
Una vez que tu cachorro se haya acostumbrado al entrenamiento con el parque, puedes pasar los siguientes días alejándote un poco más de él. Prueba a hacer una variedad de ejercicios: a veces quédate más cerca y otras más lejos. Recuerda que la duración de estos ejercicios es muy corta en esta fase, de solo unos minutos.
3. Periodos más largos de independencia en el parque para cachorros
Puedes fomentar la independencia de tu cachorro empezando a hacer tareas domésticas mientras él descansa, siempre que esas tareas no le llamen demasiado la atención. Cuando esto le resulte cotidiano, puedes empezar a prolongar poco a poco su tiempo en el parque. Alterna entre tiempos cortos y más largos en el parque para que tu cachorro no empiece a anticipar tu regreso por una duración concreta.
4. Salir de su campo de visión
Cuando tu cachorro pueda permanecer tranquilo durante varios minutos mientras estás más lejos, empieza a entrar en la habitación contigua sin cerrar la puerta. Luego vuelve de inmediato a su vista. Esto le muestra que no necesita verte todo el tiempo para sentirse seguro. Sabrás que esta fase del entrenamiento está completa cuando tu cachorro pueda estar a gusto en su parque mientras haces tus tareas con libertad por la casa, incluso pasando entre distintas habitaciones.
5. Salir por la puerta principal
Cuando el cachorro sepa descansar solo en el parque mientras te vas a otras habitaciones, es momento de enseñarle que también puedes salir de la casa o del apartamento y a gestionar las señales previas, como vestirte. El cachorro no debe quedarse solo confinado en el parque para este ejercicio, así que puedes entrenar con tu cachorro descansando en el lugar que él elija en el apartamento.
Probablemente el cachorro ya te haya visto salir muchas veces mientras se quedaba con otras personas, y la situación le resulte familiar y segura. Cuando el cachorro esté descansando, actúa como si fueras a salir de casa con normalidad. Observa a tu cachorro y su estado de ánimo cuando te vas, y retrocede un paso en el entrenamiento si se pone nervioso. Repite el ejercicio unas cuantas veces por semana, realizando solo acciones relacionadas con la salida que no pongan nervioso al cachorro. Si, tras unas pocas sesiones, el cachorro no es capaz de quedarse solo de forma tranquila durante unos minutos, deberías consultar métodos de entrenamiento específicos para la ansiedad por separación en lugar de seguir los de este artículo.
Mientras haces este ejercicio, sal de casa en intervalos variables, por ejemplo, 5 segundos, 10 segundos, 5 segundos, 15 segundos, 10 segundos. Puedes hacerlo, por ejemplo, cuatro veces al día, con unos minutos de diferencia. La soledad no debería practicarse más de cinco días a la semana. Además, evita las idas y venidas demasiado frecuentes y repetitivas, y asegúrate de que el cachorro se mantenga tranquilo durante todo el entrenamiento. La relajación completa del perro es el objetivo principal de este ejercicio, así que presta atención y sé consciente de su nivel de calma.
Para avanzar en este ejercicio, puedes aumentar gradualmente sus periodos de soledad. Cuando un cachorro puede estar solo 20 minutos, lo más probable es que también pueda estarlo 40 minutos. Cuando 40 minutos sea posible, probablemente también lo será una hora, luego una hora y media y dos horas. No obstante, no deberías aumentar constantemente el tiempo que pasa solo. Deja que el cachorro se acostumbre a estar solo también con ejercicios fáciles. Un ritmo de progreso demasiado rápido puede angustiar al cachorro y causar problemas de soledad en el futuro. Realiza siempre al menos dos sesiones fáciles y cortas entre los ejercicios más largos y difíciles, además de un día de descanso. Supervisa a tu perro con Digital Dogsitter para saber con certeza que está tranquilo y en silencio.
6. Condiciones para separaciones más largas
Empieza a prestar mucha atención al estado de tu cachorro antes de periodos largos de separación. ¿Ha hecho suficiente ejercicio? ¿Ha comido o salido a la calle? ¿Le falta atención o afecto? Si a tu cachorro le falta alguna de estas necesidades básicas, es más probable que esté nervioso durante su entrenamiento de separación.
Si tu cachorro te saluda con mucha efusividad cuando vuelves, probablemente haya experimentado cierto nivel de nerviosismo. Un saludo efusivo es normal en los perros tras periodos prolongados de soledad, pero el exceso de entusiasmo ante tu regreso suele ocurrir si tu ausencia ha sido especialmente desagradable. En lugar de ignorar a un cachorro demasiado entusiasta, céntrate la próxima vez en reducir el nivel de dificultad del ejercicio. Según la investigación, prestar una atención razonable al perro al irte y al volver no aumenta ni reduce las conductas problemáticas en perros con problemas relacionados con la separación, pero la falta total de atención puede empeorar los síntomas.

Mantén siempre a tu cachorro seguro
Lo más importante del entrenamiento de separación y la socialización de tu cachorro es mantenerlo seguro en todo momento. Protégelo de cosas que le asusten, como perros agresivos o que lo dejen solo en casa de repente. Si tu cachorro parece preocupado o intenta alejarse de aquello que le da miedo, adapta tu entrenamiento y los ejercicios de forma adecuada. La exposición al miedo no enseña buenos comportamientos a los cachorros. Solo les enseña que el mundo es un lugar peligroso.
¿Necesitas ayuda para supervisar a tu cachorro durante su entrenamiento? Con Digital Dogsitter, puedes seguir el progreso de tu cachorro con facilidad. Digital Dogsitter te permite grabar y escuchar los sonidos de tu hogar mientras tu cachorro se queda solo. Incluso puedes ver su zona de descanso de forma remota mediante vídeo en directo. Esto te ayuda a asegurarte de que todo va según lo previsto y de que tu cachorro está seguro y tranquilo.
Puedes leer más sobre los problemas relacionados con la separación en nuestra guía completa Ansiedad por separación en perros y otros problemas relacionados.